Conmigo, lo consigues.
Plazas limitadas. Házte hoy con la tuya.
El problema no son las mates. Es cómo las estudian.
Los padres piensan que sus hijos necesitan “refuerzo en matemáticas”.
Tú piensas que lo que necesitan es apagar el suspenso como quien apaga un incendio.
Llegan a la universidad y no saben calcular lo básico en estadística (esa que sirve para cualquier carrera)
Memorizan como loros, sin entender nada
Y tú, como padre o madre, lo que quieres es algo aún más simple: dormir tranquilo sabiendo que tu hijo está sacando lo mejor de sí mismo.
Un 10 redondo si necesitan matrícula de honor
Un aprobado mínimo en bachillerato para entrar a la carrera que sueñan. Conmigo, un 7 es la peor nota que sacarán.
La mayoría de los alumnos estudian matemáticas desde el miedo